Cosas nuestras de Ilu Ros



Libro disponible en eBiblio Murcia


Un domingo cualquiera, una joven mira stories en Instagram mientras su abuela se dedica a las faenas del hogar. Una canción de Rosalía y una alusión a Concha Piquer son el detonante de una conversación en la que la cultura popular, el folclore y el recuerdo de figuras transgresoras que tuvieron que luchar por sus derechos en una España chapada a la antigua se mezclan con las referencias de las generaciones actuales. Así, entran y salen de escena Lola Flores, Rocío Jurado, Miguel Molina, las Spice Girls, Nathy Peluso o Federico García Lorca, pero también surge la memoria del campo, las dificultades de cuantos tuvieron que emigrar durante la dictadura o las que todavía afrontan los jóvenes para encontrar trabajo o hacerse escuchar.

Un libro conmovedor que nos invita a reconectar con nuestros mayores y descubrir sus historias para que permanezcan con nosotros.

Si te adentras en la lectura de Cosas nuestras, hecho que te recomiendo encarecidamente, te encontrarás con la Piquer, Lola Flores o Juanita Reina, pero también a las Spice Girls, los Backstreet boys o Rosalía. Esta última la he buscado en Spotify para conocerla, porque no la había escuchado en mi vida. Yo, como sus tíos, soy más de Rosendo y familia.

De forma casi enmascarada, utilizando los personajes que acabo de nombrar, Ilu nos pasea por la España de la posguerra, de las penurias que las familias más humildes sufrieron durante la dictadura, de la inmigración y la poca memoria de las personas a la hora de tratar este espinoso tema. Del mismo modo, se cuenta las dificultades de las nuevas generaciones a la hora de encontrar trabajo, e incluso su sitio en esta sociedad. Todo ello aderezado con pequeñas dosis de humor, que enriquecen el texto.

Al finalizar la lectura, un trago de amarga tristeza bajó por mi tráquea. Resure era de la misma generación que mi madre, tuvieron vidas paralelas al tener que emigrar en pos de unos ingresos que en España se les resistían. Criaron hijos en el extranjero, pelearon como nadie por un futuro mejor y volvieron a su tierra con la cabeza bien alta, para pasar el resto de sus días. Ha sido inevitable verla reflejada, y sentir que la generación que ha comenzado a irse podría ser la mejor en la historia, pues fueron gentes que nacieron en una época convulsa, se criaron y crecieron en tiempos oscuros y, sin embargo, han salido adelante y han cuidado a su progenie con el sudor de su frente y el sufrimiento en sus manos. Esa generación que ahora, por culpa del puto bicho que nos azota, los mantiene encerrados en casa, temerosos de algo que no ven y no conocen. Este mal que se está llevando a nuestros abuelos sin un beso de sus hijos, sin una merecida despedida.

No todo fue tristeza. Una sonrisa bobalicona se pintó en mi rostro cuando me acordé de los tíos de Ilu, y, al ponerme en su lugar, supe con certeza que estarán felices de contar con una preciosa forma de recordar para siempre a su madre, a través de las ilustraciones de Cosas nuestras.

Acabo haciendo una recomendación más, y para ello utilizo el motivo central (me niego a poner leitmotiv, por mucho que la RAE la haya aceptado) que repite Ilu en este libro: ‘Déjate de Instagram, habla con tu abuela‘.


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